sábado, octubre 25, 2008

Frases célebres


Leo la noticia de un chavalín moro condenado a 18 meses de cárcel por sobrescribir uno de los lemas del país de las pateras en la pizarra de su colegio. El simple cambio consistió en pasar de "dios, patria y rey" a "dios, patria y Barça". Una pequeña broma sin malicia, pensareis, pero que el sabio yugo de la ley en países bananeros (o datileros en este caso) ha sabido cortar de raíz. Porque los problemas como los tumores, siempre es mejor atajarlos con contundencia y alevosía, que luego degenera en la valentía de los osados.

Quien no recuerda (lamentablemente) frases o citas del estilo, que ya se han establecido en el imaginario colectivo español. No citaré sus homónimos, pero supongo que habréis oído lo de: "Yo sólo creo en tres cosas: en dios, Franco y don Santiago Bernabéu", con una curiosa utilización de los tratamientos burocráticos y de los tres pilares morales del "homo hispanicus" medio de los años 60-70.

Otra frase que quiero reflejar aquí, fue mencionada por un alcalde provinciano de muy dudosa catadura moral (hecho harto conocido por sus conciudadanos) en una entrevista que le realizaron hace ya algunos años. El personaje en cuestión, en aquella época todavía casado, mantenía relaciones con una señora/señorita (no tengo el gusto), exhibiéndola incluso el actos no oficiales, cenas o simplemente callejeando como cualquier pareja al uso. Pues a la ardua inquisición del entrevistador del periódico amigo de:

-Señor alcalde, ¿cuáles son las mujeres de su vida?

Responde ufano:

-En mi vida existen tres mujeres: mi madre, mi esposa y la Virgen de la Encina.

En aquel instante la señora/señorita en cuestión recibió un bautizo de fuego con un apodo que aún perdura en nuestros días...

Nota: los más avezados lectores descubrirán casi de inmediato al autor del comentario y la localidad que regentaba y rotondeaba, pues alcanzó breve tiempo después de esta machada fama a nivel nacional por motivos de similares orígenes.
Rescato otra pequeña maravilla de Jesús Gil. Hablaba éste sobre la corrupción arbitral y el modus operandi.

"¿Comprar un árbitro? ¡Facilísimo! Primero lo llevas a El Corte inglés y que compre lo que quiera, y después si quiere yegua, yegua, y si quiere caballo, pues caballo."

Para finalizar este post, que no la temática que seguro nos aportará joyas en breve, uno de mis titulares de periódico favoritos de todos los tiempos: "Mueren en un accidente de tráfico 10 personas y un francés".

lunes, junio 30, 2008

CAMPEONES DE EUROPA



Recital.
Superioridad demostrada, compaginando la gran técnica de los jugadores con una altísima concentración y un acertado once inicial base. Equilibrio atrás con unos sobresalientes Marchena, Puyol y Senna (posiblemente el merecido MVP de la Euro), unido en la parte de ataque a un planteamiento que resalta las mejores cualidades de sus elementos.
Tendremos muchas o pocas armas, pero al menos esta vez las supimos utilizar con corrección y no hubo desbarajustes. Entre la gloria y el fracaso hay un paso, y el soplo de aire empujó en nuestra dirección por una vez, e hizo que Casillas estirara su pie cuando debía, que Torres picara el balón justo a tiempo y que Marchena hiciera un par de cortes en el momento justo.
Campeones de Europa y a disfrutar, que la plantilla es joven, y salvo los treintañeros Puyol y Senna, hay cuerda para largo.

viernes, junio 27, 2008

miércoles, marzo 26, 2008

Las etapas de la vida

Los días y años avanzan con lentitud y precisión a través de la jauría de la ingrata vida. Nuestros cuerpos se dilatan, se contraen y se desparraman con fluidez.

Estabamos cómodos y confortables en el seno uterino cuando el perro mundo llamó a las puertas como un ladrón, nos apresó de la cabeza (con suerte) y a golpes nos hizo respirar un oxígeno que acabará por matarnos.

La época infantil de parasitismo tiene la gran característica de la falta de recuerdos. Todavía eres una ameba que come, excreta y dormita cuando le viene en gana, y tus peticiones suelen ser atendidas bajo pena de sordera. Pero lo bueno siempre dura poco, socio. La evolución nos oxida los huesos conseguiendo la movilidad, y lo que es peor, el habla.

Y comienza el carrusel de la pirueta, el coscorrón y las monerías: "Ay, qué niño más salao!" Tras esto, el pequeño demonio comienza a gorgotear barruntando monosílabos para orgullo de sus progenitores: el nene avezado en el corta/pega como buen listillo que se precie, tras oír repetida la retahíla papa-mama-tata-pan, tensa la laringe y se expresa al fin con contundencia.

A partir de este instante, la caja de Pandora de la entelequia revienta y el bambino es capaz de absorber cualquier conocimiento o gilipollez de forma rápida y casi definitiva. Son años peculiares para la lírica, puesto que de ellos depende en un alto porcentaje que se transforme en alguien con norte, en un magnífico cabrón o hasta en un acongojado perpetuo.

La madreselva de la formación interior muere años después, cuando las hormonas se ponen en flor. A diferencia de las etapas previas que suelen ser temporalmente coincidentes a casi todo individuo, la novedad de la atracción sexual a menudo se alarga. Es curioso y observable el abandono progresivo del conjunto estándar que te ha preparado mami, en deferencia de ropas más elaboradas y conjuntadas, aunque eso sí, a la rabiosa moda del subgrupo del especimen, que por algo es su época rebelde.

Estos desajustes provocan situaciones tales como poder contemplar en una misma escena imberbes querubines, acnés protuberantes y pelanas nunca afeitadas, conviviendo en un batido hormonal con tablas de planchar, novias efímeras del repetidor de turno y demás fauna interurbana.

El nene tiene pelos, huele mal con facilidad y además debe afrontar la que será su faz durante mucho tiempo.

Moraleja: si de crío eres feo, de adolescente serás un tormento.

miércoles, marzo 05, 2008

Nuestro mundo paralelo

Érase un mundo ideal donde nada era cierto, ni siquiera lo que se daba por supuesto, y donde la mentira y la tergiversación eran el camino sacrosanto al último de los apeaderos. Y como cualquier iniciativa es factible en el reino de la ilusión, era un mundo magnífico de aplausos, vítores y héroes de pacotilla. Si bien, la confusión era tal, que no se sabía nunca con certeza si éstos eran exaltación de alegría ante una maravillosa aberración o una aclamación socarrona de ambigüedad.

Contrasentidos de esta clase se sucedían fluctuantes a modo de galería de los horrores, pero al tiempo resultaba imposible la indiferencia a la belleza de la canallesca.

Las heroínas de moda gastaban pantuflas modernas y enarbolaban todos sus brazos al tiempo como cíclopes multifacéticos. A menudo, el teatro de sus intervenciones hipnotizaba a la masa, y parecía por un instante que no eran los líderes del tumulto por azar. Una mentira más...

La fragilidad de este incierto mundo provocaba sinergias indescriptibles, amalgamas de bandos, grupos y subgrupos que se segmentaban tanto en sí mismos, que ya ni los más veteranos recordaban las mentiras en las que se fundamentaban o no sus vidas. El brujo más viejo de la comuna confundía los tiempos originales de mansedumbre al carnero padre, con cualquier bichillo u ovejilla destetada que se cruzaba en su camino. Por suerte, una de las ventajas de la actualidad es que la dogma geriátrica que lo había convolucionado todo, era para los imberbes tan inalcanzable como el infinito, y tan irracional en su sino como el origen de su propia ignorancia.

Y por todo ello eran felices. Aunque no lo supieran.